Estamos viviendo una situación en la que debemos prestar aún más atención a nuestra salud y al buen funcionamiento de nuestro organismo. No es cuestión de empezar a preocuparse, si no de simplemente ocuparse de ello.

Estos días, en la mayoría de los casos, han cambiado las horas que pasamos al aire libre, el tiempo que permanecemos sentados, nuestra alimentación y por supuesto nuestra incertidumbre sobre el futuro. Todo ello va a repercutir en nuestro organismo, pero, ¿y si decidimos aprovechar todo lo que está a nuestro alcance para sacarle partido?

Os vamos a dar algunos consejos y explicaros el porqué de ellos.

Como todos sabemos, el oxígeno entra en los pulmones cuando respiramos y es la sangre la que se encarga de llevarlo por todo el cuerpo y mantener los niveles de energía. Por otro lado, los nutrientes de los alimentos que ingerimos son incapaces de proporcionar energía hasta que son combinados con el oxígeno de las células del cuerpo. Por tanto, no solo es necesario oxigenarnos para mantener una energía óptima, también lo es para asimilar lo que comemos.

La clorofila es el pigmento vegetal presente en todas las plantas encargado de realizar la fotosíntesis (transformar la luz en oxigeno). Su estructura química es muy similar a la de la hemoglobina, por ello ayuda en la oxigenación celular y aporta energía y vigor.

Recomiendan su uso en anemias, astenia (ya estamos en primavera), intoxicaciones, y un largo etc.

En palabras del doctor H. E. Kirschener “la clorofila es sanadora y poderosa. Devastadora con los gérmenes y virus pero suave con los tejidos y órganos enfermos del cuerpo”. 

La clorofila tiene infinidad de propiedades beneficiosas para nuestro organismo, pero vamos a resumirlas citando uno de los artículos de la revista de salud y medicina Discovery Salud “la clorofila posee innumerables propiedades beneficiosas para los humanos. Y es que una vez absorbida por la sangre a través del sistema linfático, este pigmento verde de las plantas –cuya estructura, por cierto, es muy similar a nuestra hemoglobina- activa el metabolismo celular, desintoxica el organismo, mejora las defensas, resistencia y capacidad regeneradora de las células así como su respiración, potencia los procesos naturales de curación, estimula la formación de glóbulos rojos, ayuda a cicatrizar las heridas, depurar la sangre, frenar las infecciones, equilibrar la relación ácido-base y prevenir el cáncer, entre otras numerosas propiedades”. Por todos estos beneficios, los expertos también la denominan “sangre verde”.

El nutricionista Claude Gélineau nos recomienda ingerir vegetales de color verde, crudos, bien desinfectados y lo más orgánicos posibles para poder beneficiarnos de todas las propiedades que hemos mencionado.

La clorofila está presente en todas las plantas que ingerimos, pero ¿cuáles son las que mayor concentración tienen? Es fácil saberlo, cuanto más oscuro sea el verde de una planta mayores cantidades de clorofila contiene. Aun así os dejamos una lista de los vegetales más recomendados.

Acelgas, alfalfa, algas como la chlorella y la espirulina, apio, berros, brócoli, canónigos, cereales verdes (trigo y cebada), col, coles de Bruselas, coliflor, espárragos verdes, espinacas, germinados (cualquier semilla germinada), guisantes, judías verdes, lechuga, nabos, pepino, perejil, pimiento y rábanos.

Otra forma de obtenerla es mediante suplementación alimenticia, esta es una forma muy rápida y eficaz, pues nos aseguramos de estar tomando una dosis correcta y de alta calidad para el buen funcionamiento de nuestro organismo. 

Para ello os recomendamos las gotas de clorofila de alfalfa y los comprimidos de alga espirulina.

También es muy beneficioso actualmente, por no decir obligatorio, realizar ejercicio, aunque sean de bajo impacto o en períodos cortos de tiempo (según nuestra capacidad), ayudan a nuestro organismo a movilizarse y oxigenarse y además, mantiene nuestra mente mucho más positiva y centrada en lo importante, el presente.

Nos gustaría añadir que ahora que la atmosfera está mucho más limpia y menos contaminada, es el momento perfecto para simplemente respirar profundo y coger aire con fuerza para seguir adelante.

¡Ánimo!